3 pasos para armar Plan Financiero de una ONG

Tabla de contenido

La definición que usualmente se da a la planificación es “pensar antes de actuar”, a fin de minimizar los riesgos y elegir las mejores alternativas entre las disponibles. El aspecto financiero de la gestión de la organización no es una excepción. Se puede entender que le puede resultar complejo a una organización social, que trabaja en entornos vulnerables e inciertos, realizar esta tarea, porque las emergencias requieren acciones rápidas, y a veces no hay tiempo para pensar.

Sin embargo, es preciso hacerlo porque los riesgos pueden ser elevados, para demostrar accountability a nuestros socios estratégicos e, indirectamente, posicionarnos mejor al momento de asignar recursos. “Pensar” hoy no es para nada una pérdida de tiempo, todo lo contrario: nos permite, más bien, evitar de perder tiempo solucionando los predecibles problemas que surgen a raíz de acciones mal planificadas.

1. ¿Dónde estamos? Origen de los fondos actuales

El primer paso que aconsejamos realizar es un estudio lo más posible sistemático de nuestra situación financiera utilizando el formato del análisis FODA (Fortalezas, Oportunidades, Debilidades, Amenazas).Obviamente, la redacción del FODA debe ser lo más participativa posible dentro del equipo de trabajo y la comunidad¿Quiénes sería bueno que participen?

  1. Miembros de la comisión directiva y los profesionales que trabajan en la organización.
  2. Miembros de los grupos meta de la organización.
  3. También es posible invitar a algún representante de socios estratégicos

Mostramos a continuación un ejemplo ficticio de cómo podría ser un FODA financiero.

 

Cuadro Origen de los fondos

2. ¿Dónde queremos llegar? Diversificación de fondos

Una vez que tengamos listo el esquema de la situación actual, el segundo paso consiste en preparar en base a eso una descripción de la situación deseada.  Las dos herramientas preparadas nos permiten tener información como para delinear la situación que más nos parece apropiada. Lo mejor es enfocarnos en metas efectivamente alcanzables en el corto plazo por ejemplo 1 o 2 años. En la medida que tengamos “resuelto” un horizonte de corto plazo, podremos dedicarnos a extender la mirada hacia períodos más largos.

Las siguientes preguntas pueden ayudar la formulación de la situación deseada:

  1. ¿Cuáles actividades seguiremos considerando necesarias de aquí a 1/2 años entre las que actualmente se encuentran en ejecución? Especularmente, ¿cuáles actividades actualmente en ejecución deberíamos descontinuar de aquí a 1/2 años?
  2. ¿Cuáles actividades nuevas consideramos necesario implementar en los próximos 1/2 años?
  3. ¿Cuál es nuestra proyección de gastos relativamente a las actividades de los dos puntos anteriores?
  4. ¿Cuál es nuestra proyección de gastos relativamente a los costos de gestión de la organización? La pregunta se refiere a alquileres, equipamiento, gastos bancarios, etc.
  5. ¿Cuáles fuentes de ingreso prevemos que se reduzcan en los próximos 1/2 años?
  6. ¿Cuáles fuentes de ingreso consideramos que podríamos o tendríamos que reforzar en los próximos 1/2 años?

La situación ideal es que nuestra organización sustente su funcionamiento en un mix equilibrado de fuentes de financiación. porque permite tener mayor independencia de los financiadores en el caso que varíen o decaigan por razones externas a nuestra organización.

 

3. ¿Qué tenemos que hacer para conseguirlo? Acciones para incrementar fondos

La tercera etapa de desarrollo del plan financiero consiste en pensar en cómo podemos achicar las inevitables brechas que encontraremos entre la situación actual y la situación deseada. Podemos utilizar dos criterios para priorizar tareas:

  1. Priorizar tareas de fácil implementación
  2. Priorizar tareas que incrementen los ingresos de la organización.
  • Ejemplo Criterio 1: Conseguir un certificado de utilidad pública para permitir a las empresas de donarnos dinero y descargar de sus impuestos dicha donación entra con mucha probabilidad en el primer criterio.
  • Ejemplo Criterio 2: Formular proyectos para financiar una actividad que sí o sí necesitamos implementar es algo que probablemente requiera mucho esfuerzo y tiempo, además de no ser de éxito asegurado.

Para cada una de las tareas que consideremos necesario implementar, tendríamos que asignar un responsable y un tiempo determinado de ejecución, con instancias de monitoreo y evaluación. Se podría implementar siguiendo el siguiente esquema. Cuanto más distribuidas estén las tareas entre las áreas, más fácil será que se ejecuten a tiempo, evitando de recargar uno o dos sectores de la organización.

 

Una vez que tengamos un plan financiero, y dependiendo de la urgencia que nos empuje a conseguir fondos, necesitamos fijar un término de revisión del plan, para realizar eventuales correcciones o actualizaciones. Puede ser cada 30, 60 o 90 días, obviamente bajo la supervisión de la comisión directiva de la organización.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

© SUMA FRATERNIDAD 2023
LEZICA 4358, CABA, ARGENTINA
MAIL: info@sumafraternidad.org