Continuamos con las palabras que Emmaus y Giancarlo compartieron en su reunión con las Organicaciones Sociales del Continente Latinoamericano, en la Mariápolis Ginetta de San Pablo. La última mediadora, Genilse, contó su valiosa historia de vida y Emmaus, muy agradecida por su testimonio, invitó a todos a abrazar el desafío de la Unidad en Trinidad, llamando a todos los componentes de la obra a trabajar juntos.
Pregunta de Genilse:
Hola Buenas Tardes. Soy Genilse, estoy casada, soy madre de dos hijos y provengo de una familia muy pobre. A los 10 años fui recibida por la escuela de la Mariápolis de una manera que nunca había sido tratada antes. A veces no teníamos ni materiales para trabajar sin embargo sobraba amor y compartíamos lo poco que teníamos. Yo me involucré en todo lo que el Movimiento me ofrecía. Gracias al apoyo que recibí aquí pude terminar el secundario y entrar en una facultad. Luego comencé a trabajar de profesora, recordando siempre mi experiencia en la Mariápolis y tratando de que mis alumnos se involucraran en la realidad que los rodeaba, en su región geográfica, hoy muchos de los alumnos que estuvieron conmigo trabajan en ONGs. Ahora trabajo en la Secretaria de Medio Ambiente, y ha sido una experiencia muy rica porque me lleva a tratar al otro con respeto y solo así es posible llevar una política pública. Todo esto que logré se debe a mis raíces en la Mariápolis, a la oportunidad de educación que me brindaron y al amor que recibí allí.
Respuesta de Emmaus:
Quedamos encantados con tu historia porque podes ver la potencia de la semilla. Porque cuando la semilla es buena, cuando es bien cultivada y en una tierra buena puede producir este compromiso y esta cantidad de amor que tú has desarrollado. Tú fuiste ayudada por otros y luego dedicaste tu vida a ayudar a los demás. Pensemos en esta historia y multipliquémosla por todas las personas que están aquí, que pueden producir estas semillas de un mundo nuevo en el continente latinoamericano.
Dios se innova a través de ustedes, Dios no quiere actuar solo, el siempre invita a las personas para actuar a través de ellas. Aquí pudimos ver lo que Dios pudo hacer junto a Emilse, muchas gracias por contaros tu testimonio.
Siento una gran gratitud de poder estar aquí hoy con ustedes. Quizás no se ha visto en la obra tanta incidencia en el tejido civil y social tan fuerte como la que dan ustedes. Ustedes dan al Movimiento una nueva visibilidad, le dan nuevo sentido a nuestra acción, son un testimonio para quienes nos miran desde afuera.
Ustedes aportan a la visibilidad completa del carisma en acciones concretas. Estamos contentos que otros puedan ver sus buenas obras, no para nuestra gloria sino para dar gloria a Dios.
Otra cosa que quiero decir: siempre vimos a la obra social como parte del azul, de la revolución arcoíris. A veces se creían que era algo secundario, pero todo lo contrario. Hay que ver a estas obras sociales como una expresión completa del Azul.
Al ver a la Mariápolis ves a toda la obra, porque la Mariapolis es una expresión del Carisma. Mirando una obra social que se inspira en el Carisma de Chiara pasa lo mismo. Solo al mirar una obra social ves la obra completa.
Hay que ver cómo estas diferentes obras son respuestas al mismo llamado de Jesús y a la visión de Chiara.
¿Cómo definió Chiara al azul?
Dios es azul porque es Trinidad porque es el amor que se expresa en 3 personas que se aman entre ellas y solo se expresa en unidad, en este don total de uno al otro.
Veo en este continente esta expresión Trinitaria, esta experiencia rica y diversa, donde existe mucha diversidad y hay que componer a esta diversidad de como tal. El azul hace ver la unidad más allá de estas diferencias. Este es el papel del azul. Esta es la acción social y el sueño que Chiara ha visto en este continente.
Esta diversidad expresa la riqueza de Dios que es rico porque no está solo, Él es una variedad que da testimonio de la unidad.
Éste es el mensaje que Latinoamérica puede pasar al mundo: las diferencias existen pero queremos construir la diversidad desde la unidad. Queremos superar las injusticias pero no borrar las diferencias, sino que queremos construir la unidad a partir de la diversidad.
Van a nacer muchas cosas nuevas pero el Carisma será siempre la fuente que nos lleve a dar una respuesta nueva frente a cada necesidad. Mientras haya una persona que haya compartido con Chiara este sueño, se va a encontrar una respuesta.
¡Abracemos este desafío: unidad y trinidad!
Esta trinidad que expresa realidades diversas con el mismo deseo de responder al Jesús abandonado y a las necesidades de la humanidad. ¡La Unidad nos llama a todos los componentes de la obra a trabajar juntos!
